Niño, que eso no se hace, que eso no se dice, que eso no toca…

La popularización de la tecnología,fruto del abaratamiento de los precios de conexión a Internet y de la comercialización de todo un ejército de dispositivos muy intuitivos y, por lo tanto muy sencillos de utilizar, junto con la propagación de la señal a casi cualquier sitio en el que esté el usuario, han creado un nuevo paradigma de sociedad, en el que los patrones de consumo han cambiado y se han extendido a la población más joven. Hablamos de niños pequeños y de adolescentes que, como se suele decir “han nacido con un móvil debajo del brazo”. Es común ver a un niño pequeño manejando un móvil o una tablet mientras que sus padres comen tranquilamente en un restaurante o esperan el médico… Pero más allá de este uso puntual, son muchos los niños que reciben como regalo de primera comunión su primer móvil, y queun año despuéstiene ya su cuenta en Twitter o en Instagram. Redes sociales a las que supuestamente solo pueden tener acceso los mayores de 16 años.

De un tiempo a esta parte, el debate sobre Internet y los niños se ha centrado en el tiempo de exposición cuandoel peligro real reside ena qué se exponen cuando navegan por Internet. Para tomar conciencia de la dimensión del problema es conveniente que traslademos situaciones de la vida real a la vida virtual, haciéndonos preguntas del tipo: ¿Dejaría que mi hija de nueve años viera contenido inapropiado para su edad en la televisión o hablara en la calle con desconocidos? Si la respuesta es no, entonces por qué lo permitimos en Internet, máxime, cuando en la Red, las personas pueden ocultar su verdadera identidad.

Los menores son muy vulnerables y fácilmente impresionables por lo que, si en la vida real guiamos, orientamos y establecemos unas normas, en Internet la actitud debería ser la misma.En los últimos días, un juez ha sentado jurisprudencia al dictar una sentencia en la que establece la obligación de los padres de velar por la seguridad e integridad de los menores e Internet. Si bien muchos apuestan porun control ‘a la antigua’, en el mercado ya existenherramientas de control parental como HomeCare, que de forma no intrusivales permiten saber y regular qué hacen los menores en la Red. Este tipo de herramientas permite a los padres establecer horarios de uso de los dispositivos por ejemplo, que a las 9:30 los menores no puedan acceder a Internet desde su smartphone con el fin de que no les robe horas de sueño; o bloquear el acceso a determinados contenidos o sitios web. El objetivo: proteger a los menores de lobos que se presentan con piel de cordero…

Por TP-Link

Fundada en 1996, TP-Link es un proveedor global de dispositivos y accesorios de redes fiables, involucrados en todos los aspectos de la vida cotidiana. La firma analista IDC clasifica a la compañía de manera sistemática como el proveedor número 1 de dispositivos Wi-Fi*, suministrando dispositivos a más de 170 países y brindando servicios a miles de millones de personas en todo el mundo. Con una herencia probada de estabilidad, rendimiento y valor, TP-Link ha generado una cartera de productos que satisfacen las necesidades de redes de todos los usuarios. Ahora, a medida que el estilo de vida conectado continúa evolucionando, la compañía se está expandiendo hoy para superar las demandas del mañana. Para saber más sobre nosotros, puede obtener información de contacto regional de la parte "Contáctenos". Para solicitud de medios, envíe un correo electrónico a marketing.es@tp-link.com. * Según el último informe trimestral de seguimiento de WLAN de IDC en todo el mundo, versión final del primer trimestre de 2019.

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