Esta semana hemos celebrado el Día internacional de Internet Seguro, una fecha que, a tenor de las cifras publicadas por el Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (INCIBE), pone de manifiesto que la labor divulgativa y de concienciación en la materia es todavía ingente. El año pasado en España el número de ciberataques se situó en los 120.000, eso significa un incremento del 140% en los dos últimos años, puesto que en 2014 la cifra de incidentes de este tipo fue de 14.000. En total, 16,2 millones de españoles sufrieron algún ataque que le provocó a cada uno de los afectados unas pérdidas medias de 108 euros.
Aparte de la sofisticación de las técnicas de los ciberdelincuentes, la ‘dejadez’ de los internautas en la creación y gestión de contraseñas para acceder a determinados servicios en línea facilitan la tarea a los amigos de lo ajeno. Según un informe de la industria, el 10% de los usuarios españoles utiliza la misma password para todas sus cuentas. Un hecho que justifican en la facilidad para recordarla frente a otra más segura.
El correo electrónico, las redes sociales, las cuentas bancarias y las tiendas online son el blanco preferido de los ciberdelincuentes que, han encontrado en la popularización de la web social, una vía de entrada tremendamente sencilla. Hablamos del ataque de ingeniería social un tipo de ciberdelito, cada vez más común, que se aprovecha del exceso de confianza de los usuarios a la hora manejar sus perfiles en redes sociales y aceptar invitaciones de amistad.
Como todo en esta vida, el sentido común debe ser nuestra guía a la hora de movernos como pez en el agua en Internet pero también dotar a nuestra infraestructura de una capa de seguridad que blinde nuestra privacidad y la del resto de usuarios de la red. Sin embargo, este escenario que sería el deseable queda muy lejos de la realidad. Se estima que el 41% de los españoles no utiliza ningún sistema para proteger sus dispositivos.Este porcentaje ha ido in crescendo respecto a 2016, cuando el 39% de los españoles afirmó no utilizar ningún sistema antivirus. Muchos achacan este incremento al auge de los dispositivos móviles que se están convirtiendo en la principal vía de entrada a Internet de la población más joven, lo que hace la situación aún más preocupante si cabe.
En TP-Link estamos convencidos de que sentirse seguro a la hora de navegar por Internet y al hacer transacciones es clave para el crecimiento del sector y si es verdad que hay que hacer una mayor labor de concienciación, en la que instituciones y gobiernos ya están tomando partido, también lo es que el usuario tiene que saber que toda precaución es poca y al igual que, por ejemplo, blinda la entrada de su casa, con sistemas de alarma y cerrojos, también debería blindar sus dispositivos, pues éstos son la puerta de acceso a su red. Por este motivo, hemos apostado por integrar en nuestros dispositivos HomeCare y por desarrollar un sistema de conectividad Wi-Fi para el hogar, el Deco M5, con el que hemos conseguidodar respuesta a la necesidad creciente de conexión y deseguridad dentro de los hogares. En esta tesitura, hemos añadido funciones de seguridad robustas y funciones de control parental, que permiten a los padres determinar a qué contenido acceden los menores, desde qué dispositivo y a qué horas, entre otras cosas, protegiendo así a lo más valioso del hogar: nuestros niños.
