El 17 de mayo se celebró el día Mundial de Internet. Una onomástica que ha venido precedida este año por un ciberataque a nivel mundial que ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de las organizaciones, las instituciones y los Estados.
El viernes, WannaCrypt puso en jaque a compañías que se vieron obligadas a parar su actividad ante la amenaza de que el rasonware se extendiera por todos los equipos de su red. Este tipo de virusactúa secuestrando los archivos de los equipos, cifrándolos e impidiendo el acceso a los mismos por parte de los usuarios. Rescatarlos supone obtener el código que descifra la información a cambio de dinero.
Este ataque ha vuelto a manifestar que, en seguridad, el ‘riesgo cero’ no existe. Según los últimos cálculos sobre el incidente de seguridad, más de 230.000 equipos ubicados en 179 países diferentes se han visto afectados. España ha sido uno de los países menos afectados. El Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) señala que en nuestro país, sólo se han visto afectados 1.200 equipos a pesar de que la alarma saltara con el ciberataque a uno de nuestros principales operadores. Aun así, no se han visto involucrados en el ataque ni sistemas de salud, como en el caso del Reino Unido, donde se paralizaron las urgencias uotros servicios tan sensibles como el transporte o las finanzas.
La seguridad es un tema prioritario en el mundo global en el que vivimos y más, con la proliferación del llamado Internet de las Cosas. Miles de millones de dispositivos en los que los ciberdelincuentes pueden encontrar una brecha y empezar a atacar.
Si bien a nivel empresarial, las políticas del uso de los recursos corporativos junto con una filosofía integral de seguridad, en el que se contemplen tanto amenazas externas como internas, es una aproximación con la que se intenta ‘blindar’, los usuarios finales o consumidores también debemos de tomar una serie de medidas que hagan desistir de su empeño a los amigos de lo ajeno.
En el post anterior, ya dimos una serie de recomendaciones para salvaguardar nuestra red y, por ende, todos los dispositivos conectados a la misma. En este post queremos señalar que, además de todas estas medidas, es importante contar con una tecnología sólida en materia de seguridad. En TP-Link desarrollamos todas nuestras soluciones de conectividad con el único objetivo de proteger al usuario frente a posibles amenazas externas. En este sentido, dotamos a nuestros dispositivos de encriptación de seguridad avanzada para proteger los datos y les ofrecemos la posibilidad de desplegar una red de invitados que esté al margen de nuestros activos y datos. Incluso, en el caso del Deco M5, nuestra última apuesta en tecnología de routing, hemos añadido protección antimalware y antivirus de Trend Micro, lo que le convierte en el sistema Wi-Fi doméstico más seguro del mercado hoy en día
Asimismo, hemos llevado una política activa de alianzas con los principales fabricantes de seguridad, con el objetivo de añadir un plus a todas nuestras soluciones. Tal es el caso del acuerdo que firmamos con BitDefender o con Panda.
