Este domingo celebramos el Día de la Madre. Una festividad que llevamos conmemorando en España desde mediados de los años 60, por lo que se trata de una tradición relativamente nueva.
Como ocurre con el Día del Padre o con otras festividades de carácter similar, hay muchos que declaran que es un invento del capitalismo, de los grandes comercios para seguir gastando. Sea como fuere, la verdad es que, independientemente de las creencias de cada uno, para los que peinamos alguna que otra cana, se trata de una fecha señalada en el calendario, quizá por la influencia de la iglesia en la educación no formal, o porque añoramos tiempos de la infancia.
La cuestión es que las madres, las que dan vida, se merecen que al menos un día al año les agradezcamos todo lo que hacen por nosotros porque, en la actualidad y creo que eso es lo único que no nos diferencia de generaciones anteriores,son las que siguen sacrificando muchos de sus sueños personales y laborales por la familia y la crianza de los hijos. Prueba de ello son datos que nos arrojael Estudio sobre la corresponsabilidad en España: Tres de cada diez mujeres (29,74%) abandonan su carrera laboral cuando tienen hijos. Mientras que en el caso de ellos, este porcentaje se queda en un 1%.
No es de extrañar que con este panorama, las españolas retrasen sine die convertirse en madres. De acuerdo con el último informe del Instituto Nacional de Estadística, las mujeres tiene su primer hijo a los 32 años, una edad que ha ido en aumento desde 1976, cuando se situaba en los 28 años. Además, también tienen menos hijos (1,27). Pero no solo eso. También han huido de edulcorar esta etapa de la vida, al comprobar en primera persona que la crianza puede llegar a ser un tormento y que no pasa nada por reconocerlo, a pesar de que la sociedad se les eche encima. Hablamos de mujeres que reniegan de esa imagen de felicidad que la sociedad asocia con la maternidad, con esa idea de madre abnegada que renuncia incluso a sí misma, a su tiempo de ocio, a sus sueños y proyectos. Hablamos de mujeres que revindican su propio espacio durante esos años, que reclaman una conciliación laboral real, que les permita seguir avanzando profesionalmente sin que ello implique renunciar a ver crecer a sus hijos y viceversa. Féminas que exigen su derecho a tener un rato para ellas, para ir al gimnasio, leer ese libro, y sinos ponemos para mirar al infinito… sin que nadie la juzgue, la etiquete y la mire mal porque quererse es fundamental para el desarrollo pleno de nuestros hijos. Es lo primero que debemos mostrarles y enseñarles, pues es un aspecto fundamental en la crianza por mucho que los libros y los expertos no lo mencionen.
Estamos en un momento único. El pasado 8 de marzo día internacional de la mujer fue un claro ejemplo de que la mujer está dispuesta a cambiar el modelo social de madre, de trabajador, de esposa, de pareja… Alentarles a conseguirlo es clave para que la sociedad continúe avanzando… y qué mejor manera de hacerlo que participando en el sorteo del Smartphone Neffos C7 que hacemos con motivo de su onomástica. ¿Te animas?
