La realidad aumentada está de moda y aunque parezca que estamos ante una tecnología relativamente nueva, lo cierto es que su creación se remonta a principios de los años 90. No obstante, aplicaciones como Pokémon Go (2016) la han llevado a situarse en la cresta de la ola, con 45 millones de usuarios diarios activos.
Son numerosos los ámbitos que utilizan esta tecnología, desde el sanitario hasta el militar pasando por el sector del entrenamiento o de la moda. La habilidad de crear elementos entre la realidad física y un dispositivo electrónico es un enorme potencial que muchas industrias ya están sabiendo explorar. En el terreno de la medicina, por ejemplo, esta tecnología puede ayudar a los profesionales a ser más precisos en sus intervenciones quirúrgicas, al utilizar hologramas que representan diferentes partes del cuerpo del paciente y que ayudan a conocer el grosor exacto de los tejidos o el lugar concreto de los órganos cercanos, que en una operación normal permanecen invisibles y, por tanto, pueden resultar afectados, ante el mínimo error.
La industria militar estadounidense también parece haberse rendido a esta tecnología. Esta misma semana se publicaba la posibilidad de que el ejército pudiera adquirir visores de realidad aumentada, que les permitiera ser más eficientes en el campo de batalla, pues permitiría mostrar a los soldados mapas digitales o recibir apoyo a la hora de a apuntar sus armas e, incluso, recibir órdenes en tiempo real para participar en ataques de su pelotón o responder a emboscadas y ataques químicos.
Sea como fuere, lo cierto es que la realidad aumentada ha mostrado una gran versatilidad. Y prueba de ello, son las previsiones de negocio. Se espera que en 2010 genere un volumen de 120.000 millones de dólares en todo el mundo. A este crecimiento también contribuye una comunidad de usuarios ávida de aplicaciones de realidad aumentada que le faciliten la vida. Por ejemplo, que le ayude a guiarse o a enriquecer su visita a una ciudad, con información extra, redecorar su hogar viendo cómo quedaría la introducción o el cambio de mobiliario, o conocer el resultado final antes de realizarse un retoque estético.
El futuro de esta tecnología es, a todas luces, inagotable. La realidad aumentada está provocando un profundo cambio en nuestra forma de vivir, sentir y ser… Y por el momento, solo hemos visto la punta del iceberg.
Gracias por tu aportación. Feliz semana.