Hoy en día se ha puesto cada vez más de manifiesto la necesidad de cuidar tanto la salud mental como la física. Además, al movimiento se han unido infinidad de celebridades que han hablado públicamente sobre sus problemas. Esto con la finalidad de eliminar el estigma social que suele existir entorno a la salud mental. Asimismo, cada vez surgen más herramientas para mejorar la calidad de vida de los pacientes y la Inteligencia Artificial se ha hecho presente en este sector.
¿De qué manera ayuda?
Uno de los problemas más inmediatos con los que ayuda la IA es a la hora de realizar diagnósticos. Lamentablemente los diagnósticos erróneos aún son muy habituales, por lo que la IA puede ayudar a dejar de lado la subjetividad y brindar diagnósticos más asertivos. Pero la idea no es dejar que la IA tome las decisiones, sino que ofrezca sugerencias que deberán ser valoradas por profesionales.
Se ha comprobado también que las predicciones realizadas por IA suelen ser más exactas, por lo que los tratamientos podrían personalizarse para obtener mejores resultados. Esto igualmente ayudaría igualmente a prever la evolución del paciente y por ende tomar medidas preventivas frente a posibles problemas futuros.
La COVID-19 ha tenido un fuerte impacto en la salud mental alrededor del mundo, como consecuencia de las medidas restrictivas impuestas para controlarla. Según estimaciones de la OMS la depresión es padecida a nivel mundial por más de 300 millones de personas y la Inteligencia Artificial podría ayudar a reducir la tasa hasta en un 23%.
A su vez han surgido muchas apps que a través de IA ayudan a los expertos a recopilar información sobre sus pacientes. De esta forma pueden identificar patrones y prevenir que la enfermedad o el trastorno se agraven.
La IA no pretende sustituir a ningún profesional, pero al dejar de lado la subjetividad y basar sus decisiones en datos está teniendo resultados muy alentadores.
