La falsificación no es un tema baladí, pues genera millones de pérdidas a todas las industrias. Si bien es cierto que la textil y la de cosmética son de las más perjudicadas, la industria TIC empieza a ser uno de los objetivos de los llamados ‘top manta’. Según la Unión Mundial de Telecomunicaciones, en 2015 se vendieron 14 millones menos de teléfonos en todo el mundo porque muchos usuarios optaron por copias, aunque en esta cifra también se incluyen todos aquellos terminales que fueron reparados en talleres ajenos a la marca, y a los que se añadieron, sobre todo, carcasas o pantallas.
En España, se estima que esta actividad ilegal ha restado a la facturación de las compañías de la industria más de 386 millones de euros, lo que representa un 10% de su cómputo global. Esta opción, que es considerada “admisible” por el 31% de los españoles cuando el original es “muy caro” , según la Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), desequilibra las cuentas de los actores de mercado y, lo que es más importante, acaba siendo un obstáculo para el compromiso con la innovación de algunas marcas, aparte de los problemas asociados a la seguridad que supone el uso de componentes y materiales inadecuados y el impacto que tiene en la experiencia del usuario y en la calidad de los servicios de telecomunicaciones.
En TP-Link tenemos un claro compromiso con la innovación y prueba de ello, es que dediquemos todos los años más del 8% de nuestras ventas globales a actividades de I+D+i, que tengamos más de 1.800 ingenieros contratados y que dispongamos de 4 centros de investigación en todo el mundo. Esta fortaleza es la que nos permite dar respuesta a las necesidades actuales de los usuarios y adelantarnos a las futuras, desarrollando dispositivos más inteligentes, con las tecnologías más avanzadas. Y esta va a continuar siendo nuestra línea de trabajo, a pesar de que la venta de falsificaciones siga creciendo año tras año. Para minimizar su impacto, en TP-Link hemos desarrollado una filosofía de empresa basada en controlar todo el proceso de creación del producto, con el despliegue de fábricas propias, que nos proporcionan interesantes economías de escala que repercuten en un producto muy competitivo en precio dentro del mercado. Así, favorecemos la compra responsable de tecnología –prueba del ello, es que nuestras ventas crezcan año tras año, posicionándonos como el fabricante que más dispositivos de conectividad Wi-Fi ha vendido en todo el mundo el 2016– al tiempo que fomentamos la innovación, salvaguardamos la seguridad del cliente y proporcionamos una mejor experiencia de uso. ¿Alguien da más?
