El pasado domingo, 28 de enero, se celebró el Día de la Protección de Datos, una efeméride que pone de manifiesto la concienciación por parte de las empresas en general, y del ciudadano, en particular, de la necesidad de blindar nuestros datos ante cualquier intento de sustracción, mal uso o apropiación.
El ámbito corporativo ya ha puesto medidas, cada vez más sofisticadas, para proteger de los amigos de lo ajeno su bien más valioso: la información; en muchos casos, sensible porque almacenan y gestionan datos confidenciales de terceros. En el ámbito personal, el creciente aumento de casos de robo de información personal por Internet, por aplicaciones o redes sociales, ha puesto en alerta a muchos usuarios, que ya se muestran más cautos a la hora de exponer su vida.
Si bien es cierto que se ha de ser sumamente recelosos de nuestra intimidad, también es verdad que debemos tomar una serie de medidas en el uso de la tecnología. Desde TP-Link, siempre hemos promovido un uso seguro de la Red, incluyendo en nuestros dispositivos las más avanzadas tecnologías y ofreciendo a los usuarios recomendaciones que disminuyan las probabilidades de cualquier incidente de seguridad. Aunque siempre hay que ser consciente de que el riesgo 0 no existe.
La diversificación de nuestra oferta, resultado en cierto modo de la conectividad anywhere y de la tecnificación progresiva de objetos tan cotidianos como la ropa o cualquier elemento doméstico, que ha dibujado un nuevo escenario (Internet de las cosas, IoT) en el que los puntos de vulnerabilidad se incrementan exponencialmente, nos ‘exige’ investigar nuevas fórmulas que eviten este tipo de sustracciones. Reconocimiento de huella dactilar en nuestros teléfonos móviles es la última muestra de que la seguridad nos importa.
Y tú, ¿qué haces para proteger tu identidad en la economía conectada?
