El IoT nos ha brindado información muy útil sobre nuestros consumidores, ayudándonos a conocerlos y saber qué es lo que buscan. Esto ha apoyado a la construcción de un mundo en donde nuestras necesidades no solo son satisfechas, sino que incluso pueden ser anticipadas.
Aquí es donde entra el IoB o Internet of Behavior, que como su nombre menciona proporciona información valiosa de los hábitos, intereses y preferencias de nuestros clientes. En ese sentido podríamos decir que la tarea del IoB es comprender la información recopilada desde una perspectiva de psicología conductual.
Sin embargo, para que podamos hablar de IoB es necesaria la combinación de tres campos:
- Tecnología
- Analítica de datos
- Ciencia del comportamiento
El IoB es alimentado desde una infinidad de fuentes: al poner la lavadora, al hacer café o al apagar la luz, por ejemplo. Esta información es muy importante para las empresas porque conociendo por ejemplo la hora en la que la mayoría de los españoles salen de casa, podrías recibir una alerta para conocer la hora perfecta para salir de casa y no toparte con un atasco de camino al trabajo.
Existe mucho revuelo en torno a la privacidad, debido a que, aunque es una realidad con la que ya convivimos, la mayoría de los usuarios no son conscientes de la información que se recopila. Sin embargo, es un hecho que entre más conozcamos a nuestro consumidor podremos tomar decisiones más asertivas y mejorar sus experiencias.
