Este lunes se conmemoraba el Día Internacional del Libro. Una fecha que pone en el mapa a España, pues se estableció esa fecha porque se consideraba que ese día de 1547 había venido al mundo el más grande escritor español de todos los tiempos:Miguel de Cervantes.
Hace más de 90 años, desde el 7 de octubre de 1926, que se celebra el Día del Libro, una onomástica que en España coincide con Sant Jordi, patrón de Cataluña y con la entrega del Premio Cervantes, el más alto reconocimiento a los escritores en castellano, que este año ha recogido el nicaragüense Sergio Ramírez. Es una jornada festiva pero también de hacer reflexión sobre cómo la lectura y el libro han evolucionado desde la aparición de la tecnología.
Hoy en día, Según el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros 2017, el porcentaje de lectores de libros en España mayores de 14 años se ha incrementado desde 2012 hasta situarse en el 65,8% de la población, lo que significa un crecimiento de 2,8 puntos porcentuales. Este porcentaje reduce la distancia con Europa, donde los lectores de esta franja de edad representan el 70% de la población.
Unas cifras optimistas, al menos en apariencia, puesto que solo el 59,7% de los españoles afirma disfrutar en su tiempo libre leyendo. Estamos ante un ratio cuanto menos mejorable, sobre todo, cuando se sabe que el 80% de los jóvenes entre 10 y 14 años son lectores frecuentes. ¿Qué ocurre con este sano hábito en su transición a la edad adulta?
Muchos se excusan en la falta de tiempo, más del 40%, y quizás sea cierto, en una sociedad que vive con prisas aun cuando la tecnología ha permitido que podamos disfrutar de este placer en multitud de soportes aparte del papel.
Hablamos de tablets, teléfonos, smartphones, etc. Se estima que en la actualidad ya un 20% de la población lectora lee libros en su tiempo libre en soporte digital y que este lector es más intensivo, pues lee una media de 16,7 libros al año, frente a los 11,6 del lector que sólo lee en papel.
Lejos de apoyar las previsiones más pesimistas sobre el futuro del libro impreso cuando irrumpió en el mercado el libro digital, sí que es cierto que este último formatose está imponiendo por los beneficios que aporta la tecnología a la lectura. ´
La primera y principal es la posibilidad de almacenar muchos títulos en un único dispositivo, lo que permite al usuario disfrutar de su ocio en vacaciones sin tener que cargar la maleta. Además, la posibilidad de acondicionar el tamaño del texto, de acuerdo con las necesidades de cada lector, así como el fondo de pantalla, y de abrir todo un abanico de posibilidades multimediapara interactuar con el usuario (conectar con autores, compartir comentarios e intercambiar ideas),contribuyen a mejorar la experiencia de lectura.
En contra, la fatiga visual.- aproximadamente un 75% de los usuarios la padece- así como síntomas como cefaleas, vértigos, desasosiego, ansiedad,…. Por este motivo, algunos fabricantes apostamos por pantallas con un generoso tamaño y de avanzada tecnología, como es el caso del smartphone TP-Link Neffos C7, que incorpora una impresionante pantalla de 5,5 pulgadas IPS-LCD, que incluso permanece visible bajo la luz del sol, para leer donde quieras cuando quieras.
